29 ene 2010

El clasico amor de verano

Regrese de unas bonitas vacaciones y como equipaje de mano una historia.
Todo comienza en un fiesta. Yo no conozco al dueño de la casa, mi amigo tampoco. Pero estamos allí disfrutando.
La música mueve muebles, hace vibrar a la gente y principalmente a los vidrios que amenazan con estallar.
El alcohol cobra a sus primeras victimas y entre esos caídos en acción esta mi amigo (siempre te recordare) .
Estoy solo contra los desconocidos amables, disparo frase cortas y sonrisas, ellos responden de igual manera.
No encuentro puntos débiles, mientras que las conversaciones son efímeras. Esto me deja a mi junto a una cerveza, un parlante en el oído y un amigo semi inconsciente.
Entonces la veo, una chica sola, apoyada en una barra improvisada con dos mesas, tomando un Bloody mary , mirando para los costados y con cara de perdida.
No quise intentar un acercamiento casual, para eso ya estaban los buitres a su alrededor. Yo solo llegaría tarde y con peor suerte que ellos.
Luego de 15 minutos yo seguía en la misma situación de antes, lo único que cambio fue la cerveza por una caipirinha .Comencé a caminar hacia la salida y casi llegando me acuerdo de los restos de mi compañero, doy un giro y Splash… Vaso de bloody mary volcado en mi camisa.
Levanto la vista y veo a la chica de la barra sin sus pretendientes de una noche. Diviso en sus ojos algo de enojo y un segundo después sus labios y dientes se desplegaron en una sonrisa.
Me quedo congelado ante aquel espectáculo y lo mas inteligente que se me ocurrió decir fue - Huy me manche -. En mi mente explota una palabra mortal “¡Idiota!”
Ella me responde con una sonrisa de solidaridad - Sale… Creo –
- Queres que te compre otro –
- No, igual ya me iba –
- Yo también, así que te acompaño hasta la puerta –
Me abre adelantado uno dos paso por delante de ella y dije - Nos vemos, suerte – Y doble directo hacia la playa (Tenia ganas de ver el amanecer en la playa por primera ves).
Detrás mío escucho un - Ja, yo pensé que me querías levantar –
- Y yo pensé que te querías deshacer de mi –
- Un poco tal ves –
En este momento nuevamente mi cerebro se quedo en blanco y en el aire se respira el silencio incomodo.
Ella es la que tira la primera piedra
- Vas a la playa? –
- Si, tenia ganas de mirar como sale el sol - Me doy cuenta de la estupidez que le dije y me pongo colorado.
Ella no ayudo mucho a la situación con la melodiosa risa que soltó
- Te acompaño? Yo ya la vi, pero capaz que hoy caiga un estrella fugas y nos morimos todos –
- Jajaja, dale, vamos –
Nos sentamos en la arena y las palabras fluyeron al instante (creo que el alcohol ayuda a romper barreras) y como si alguien me hubiera empujado le doy un beso. Ella queda con sus ojos abierto y ocurre el milagro.
Los planetas se alinean y parece que el fin del mundo llego. Nos besamos sin que hubiera consecuencias del mañana. La arena se metía en nuestras ropas, se pegaba en nuestros cuerpos y yo quería que los besos no se extinguieran.
Lamentablemente, la adrenalina bajo y nos quedamos tendidos en la arena mirando al cielo. Ella me miro y sonrió. Le respondí de igual manera y quedamos callados. Nos paramos y nos besamos nuevamente y dijo
- Nos vemos el año que viene, en el mismo lugar. Te vas a acordar? Jeje Muaa -
- Es imposible que me olvide -
Y así vi como se alejaba, hasta que se perdió entre la ciudad.
En ese momento recordé 3 cosas;
1 – Me perdí el amanecer.
2 – No sabia donde estaba mi amigo.
3 – Jamás nos dijimos nuestros nombres.

Quizás el año que viene descubra todo esto.

2 comentarios:

seiko dijo...

muchas cosas pasan en el verano y casi todas se olvidan, pero eso no quiere decir de que se borraran de tu mente

Echale Chimi dijo...

Es una buena historia para recordar. Bien que la pusiste en papel virtual.
Lastima el nombre. Pero le da mas misterio al asunto.
"uuu solo eso fueeeee, un amoooor de verano".... ni da la cancion