(...)

Me ignoraste y te clavaste en mi memoria. Ahora solo eso me queda. Con una larga soledad, yo ya no puedo mas.
Y con esa sorpresiva ignorancia borraste nuestro futuro y por no sufrir, nos lastimaste a todos.
Fuiste demasiado egoísta para compartir tus miedos y te los guardaste todo. Todos te los quedastes.
Te fue devorando por dentro, mientras tu sangre palpitaba lento. Muy lento a tu cabeza llegaban y no llegaban nunca respuestas.
Desde este punto solitario subiré la mirada y te veré disparando excusas. Malas sonrisas que me resultan pesadas.
Lastimaste mas fuerte que un golpe, mas duro que un maltrato verbal. Lastimaste feo y dolorosamente y quede sin mi segundo latido.
Lo que hay de este lado es el recuerdo de haberlo intentado, de este carril de una sola mano.
Que una frase, miradas, gestos o lo que sea ya no tengan significado esta bien. lo que molesta es que ni eso intentaste.
...
...
Se siente bien el calor del sol en la cara y me deja tranquilo. Este es el punto final que elegí y me alegro de estar minimamente feliz.

Lo que quema

Y nos encontramos una noche, hubo magia y romance.
Nos quitamos los trapos sucios y quedamos alma con alma. Fue casi un sueño y mucho mas.
Es nuestra noche memorable, donde el presente no tiene lugar y el pasado brilla en pasión.
Nos quedamos fundidos en besos y miradas, que duran segundos y minutos. En el que el cuerpo pide mas y vos siempre respondes.
Mutuamente nos damos memoria física y resistimos los embates del tiempo.
Y acá siempre quemando la memoria y la historia. Yo siempre resisto por vos y vos otro poco por mí.
Transpiramos lujuria y pasión. Nuestro sexo moviéndose a un ritmo que nunca debimos detener… Y es tu respiración entrecortada la que me hace querer perdurar este momento.
Acá seguimos nosotros, elegimos esta forma de lastimarnos tan placenteramente.
Una ves al mes, en el mismo lugar de siempre. El motivo es lo ilógico de decidir querernos pero sin querernos.