22 may 2009

Historia de mi bonita noche


Son las tres de la madrugada, el cielo esta nublado y cae un fino roció sobre el parabrisa del auto. Hace frió y el espejo esta empañado pero la calefacción ayuda a calmarnos. Si, dije a calmarnos. A mi lado y de conductora esta Lorena.
Una chica de 21 años, mide uno setenta y tantos. Ojos celestes que destrozan a los míos cuando los miro.
Nos conocimos por Internet gracias a un libro, y luego de unas semanas se podría decir que éramos amigos…
A pesar de habernos pasados horas hablando en los bares que frecuentábamos y no la conocía realmente. Nuestras charlas eran interesantes y triviales, pero nada más.
Y es así como llegamos ahora, a este momento en el auto. Yo con mi cuaderno de notas y ella con mirada curiosa.
Me pregunta que hago y digo a la par que escribo esto;

- No te conozco realmente. Se que tu color favorito es el rojo metalizado, que te asusta Freddy Kruger y que amas la lectura.
Pero yo necesito ver mas allá de tu piel, saber que se esconde entre tu simpatía y tu sonrisa.
Te propongo que me cuentes algo importante para vos y yo te voy a contar algo especial que llevo dentro. Deja que en este papel marque nuestros recuerdos y que a su ves me enseñe a conocerte.

Agarro mi cuaderno sin decir palabras y comenzó a escribir. En el estereo sonaba el tema Fix You de Cold Play, pasaron temas de Green Day, My Chemical Romance, Masacre, Kananga, Almendra y otros que no recuerdo.
De su alma y hacia la hoja, escribió esto;

Me gustaba mirarlo, el verlo sonreír. Mi felicidad en aquel momento era escucharlo hablarme y el saber que me conocía era mi placer.
Yo era una chica tonta con apenas 16 años de inocente inexperiencia.
Fui la típica chica que miraba y cantaba con Rebelde Way, pero también fui la que vivía el amor a flor de piel, la que lloraba sin razón y la que caminaba de la mano con el viejo cuento del príncipe azul. Quizás algunas tengan suerte, pero a mi me toco una simple rana mugrienta y apestosa.
El feo anfibio me engatuso y me mostró su amor por lo físico. Me llevo a su casa y con cientos de palabras me empalago y también ilusiono…
Mi cuerpo desnudo se mezclo con las sabanas, con su piel, con mi miedo y mi vergüenza. Cuando me besaba y su lengua recorría toda mi boca, yo volaba de emoción.
Mi momento especial fue como una bala de salva, no niego que en aquel momento lo disfrute, pero a la mañana siguiente quería que la tierra, el cielo y el mar me escondieran.
El muy hijo de puta le contó a todo el salón que el me quito mi virginidad, que había manoseado mi cuerpo sin que yo me quejara y que era una cualquiera.
Es obvió que me cambie de colegio y corte relación con todos. Quería mudarme a Marte y volver a nacer.
Ojala te hubiera conocido antes diego, se que vos jama hubieras dejado que haga tremenda pelotudes.
Esta mínima y estupida historia quiero que termine con un abrazo de alguien que quizás, pueda llegar a ser mi mejor amigo.

Yo miraba mas allá de la esquina, espiaba las ventanas de los departamentos y fue entonces cuando Lorena con los ojos húmedos y casi vidriados paso varias hojas en blanco, me abrazo con el cuaderno en el medio de los dos y al oído me susurro “Quiero conocerte mejor”
Y esa vez en mucho tiempo mí alma se conecto, se ilumino y me convidó de su más dulce sabor.