El rencor

Muerdo el polvo nuevamente,
algo explota en mi interior y
quiero mancharme las manos de ti.
Ahora morderás el polvo de mi resentimiento,
ese rencor que me enseñaste aguardar.
Uno, dos, tres veces y hasta que me canse seguiré golpeando.
No usare la razón ni el habla,
Ese idioma que jamás supiste practicar.
Cuando aparezcas no me esconderé, ni cubriré.
Esta ves me parare de igual a igual
frente a ti y veras un espejo.
Pero no te asustes, ni siquiera pienso darte tiempo para eso.
Lo he pensado largamente como jamás lo has hecho tu
y no me arrepentiré.
Por que la sonrisa maliciosa que llevare en mi rostro
será mi carta de presentación, mi deseo expresado, mi disfrute y gozo.


Continuara... algún día.